martes, 30 de agosto de 2011

verso acabado .

Todos tenemos malos días, días en los que ¿quien coño sabe la razón? pero estás mal, se te junta todo y aunque desees mostrar la mas mínima sonrisa no puedes y por el contrario sueltas lágrimas y mas lágrimas y sollozos y mas sollozos y gritas de impotencia pero tienes la sensacion de que nadie en este puto mundo te escucha.
Pero entonces tienes que dejar de chillar y escuchar la voz que te está hablando por detrás de la puerta atemorizada porque cree que le vas soltar cualquier estupidez que pueda herirla, una voz que no, no se va, y mientras que otras personas ponen la oreja solo para enterarse de tu problema y luego se largan ,esta voz se queda ,el tiempo que tenga que estar, entonces por fín se decide y pega a la puerta.
-puedo entrar?,tu no contestas pero en el fondo deseas que siga hablando, porque necesitas que aguien te escuche.
Y hablas y hablas y respiras y te tranquilizas y te explican que siempre hay una razón para sonreir, lo unico que hay que hacer es encontrarle un lado positivo a lo que haces llamar "problema"
-pero.. y si no hay lado positivo?
-no te preocupes,entonces es cuando estaré yo ahí para que si que lo haya.

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